¿Por qué?
Porque el emprendimiento, el impulso de startups y el desarrollo de empresas de base tecnológica son el presente y el futuro del tejido económico emergente.
Todo ello precisa de una formación práctica, interdisciplinar, y en particular, legal, que busca identificar alertas, proteger el conocimiento y preparar la estrategia dentro de una economía global e interdependiente.


